30 septiembre 2007

¿Puede usted crear su propio fantasma?


He leído un artículo en la revista Enigmas. En 1994 unos estudiantes universitarios participaron en un experimento dirigido por el profesor de parapsicología experimental Robert L. Bourgeois. El objetivo: comprobar si es posible producir fenómenos psicoquinéticos mediante la creación de un espíritu o fantasma ficticio. A los estudiantes se les facilitó detalles exhaustivos de un personaje que había participado en la guerra civil norteamericana y había tenido una muerte trágica. Una vez reunidos alrededor de una mesa, practicaron técnicas de meditación para vaciar la mente y convertir la historia de aquel soldado en algo real en su imaginación. Durante la primera sesión algunos de los participantes tuvieron la sensación de sentirse observados. En siguientes sesiones describieron cambios en la temperatura exterior y golpes sincronizados en la pared. Según R. L. Bourgeois, estos experimentos supusieron la confirmación (¿?) de que estas personas eran capaces de crear efectos psicoquinéticos. En 2001 un grupo australiano dirigido por M. Williams y R. Lang realizó un experimento similar. Se inventaron un fantasma llamado Skippy Cartman, una adolescente que había sido asesinada tras quedar embarazada. Durante las sesiones escucharon golpes y observaron arañazos en la mesa, a pesar de que nadie tenía las manos apoyadas en ella. Los resultados se publicaron en el 2002 en el Australian Journal of Parapsychology (al que no he podido acceder). Según uno de los autores de este estudio, “algunos de los fenómenos que se interpretan como testimonios de personas fallecidas son en gran medida efectos psicoquinéticos de los vivos”. El citado artículo de Enigmas termina aludiendo a la idea tibetana de los “tulpas”: el pensamiento es algo más que una función intelectual que puede llegar a materializarse en un acto de voluntad deliberado.

A riesgo de ser redundante (Proyecto conciencia global: ¿de qué conciencia me habla?; Convirtiendo pensamientos en acciones… ¿telequinesia?), me pregunto, ¿cuál es la hipótesis de trabajo de estos experimentos? Parecen querer comprobar (¿?) que el pensamiento o la imaginación se puede materializar o tener consecuencias físicas en el entorno. Pero, ¿qué es el pensamiento o la imaginación? Pocos investigadores dudan ya de que aquello que entendemos por pensamiento o imaginación es actividad neuronal. Supongo que esta premisa, por fundamental, será tenida en cuenta por los investigadores implicados en estos estudios. ¿O no? Se me ocurren dos posibilidades para discutir: Estos investigadores parapsicólogos asumen que tareas intelectuales como éstas dependen de la actividad neuronal de áreas específicas de nuestro cerebro. Si la respuesta es “sí”, entonces leer A. Si, por contra, estos investigadores creen que imaginar o pensar tiene poco o nada que ver con la actividad de nuestro cerebro, entonces leer B.

A: ¿Puede alguien explicarme cómo la actividad neuronal de nuestro cerebro, que precisa de métodos muy sensibles para ser registrada y estudiada (PET, RMf, EEG), puede generar sucesos físicos en el entorno? (¿Hay algún físico en la sala?) ¿Qué hipótesis se propone? (Nota 1) Y, por cierto, ¿por qué la actividad neuronal relativa a otras acciones no es sospechosa de tener efectos psicoquinéticos? Por ejemplo, cuando andamos o hablamos o incluso cuando miramos o escuchamos algo con atención, hay tanta actividad neuronal en nuestro cerebro (en términos relativos) como cuando imaginamos o pensamos en alguien o algo.

a1.- ¿Será que la actividad neuronal relativa a imaginar un personaje ficticio es especial, y por tanto cualitativamente diferente de la relacionada con hablar o moverse? NO. Todas estas funciones precisan del mismo tipo de actividad neuronal (los mismos principios celulares y moleculares que generan cambios en el potencial de la membrana celular, diferentes frecuencia de disparo, etc). La diferencia está en las áreas cerebrales implicadas, lo que hace que la percepción (subjetiva) relativa a estas actividades pueda ser muy diferente, como ver, escuchar, recordar un hecho entrañable o imaginar un suceso particular. Pero, en cualquier caso, de cara al munodo físico exterior (para un PET, por ejemplo), es simplemente un patrón muy débil de actividad eléctrica.

a2.- ¿Será que es necesario que varias personas tengan simultáneamente la misma actividad neuronal en las mismas áreas de sus cerebros? NO. En muchas otras circunstancias hay muchas personas realizando la misma tarea simultáneamente y por tanto con actividades neuronales similares y no se habla de fenómenos psicoquinéticos. Pensemos en una carrera de 1500 metros o en una reunión de fieles que recitan simultáneamente pasajes del Corán o de la Biblia.

a3.- ¿Será que es necesaria una interacción particular de actividades neuronales de personas diferentes pero que han tenido experiencias similares y que no siguen un protocolo experimental estricto, etc, etc? Sin comentarios (Un dragón en el garaje).

B: Quizá cuando imaginamos un personaje, éste llega a ser tan vívido en nuestra mente que nos muestra una realidad física paralela con capacidad de interaccionar con la nuestra. En este caso sobran todas las consideraciones anteriores. No hay que tener conocimientos de actividad neuronal, ni del cerebro, ni de psicología…, ni de nada. Sólo hace falta fe. Huelga cualquier discusión. Los supuestos fenómenos pueden ser fantasmas del “más allá” o personas fallecidas o seres de otras realidades y dimensiones… Y se manifiestan cuando pensamos en ellos porque sufren o porque nos quieren decir algo o porque las redes energético-cuánticas son propicias… Si es esto lo que piensan estos investigadores parapsicólogos, bien. Pero que no nos confundan con máscaras de investigación científica. Con un lenguaje ambiguo, hablando de actividad mental o de psicología. Que hablen de fantasmas, espectros o encantamientos. Y el que lo quiera creer, que lo crea. Y que cree su propio fantasma cuando le venga en gana.

Tito

Nota 1: ¿Cuáles son los controles para eludir la posibilidad de artefactos? ¿Cómo tienen en cuenta en sus experimentos todos los datos conocidos relativos a la fisiología de la percepción (por ejemplo, el efecto de la expectativa en la percepción visual o del dolor)?

05 septiembre 2007

El fenómeno de la "impregnación"


A primera vista parece un apartamento normal, vulgar. Cualquiera diría que en él ha sucedido algo terrible, espeluznante, sobrecogedor... Hace cinco años, un psicópata torturó a doce niños durante siete días, ni uno más ni uno menos. Luego los degolló, uno por uno, y utilizó su sangre para escribir un pasaje de la Biblia en una de las paredes. Desde entonces la propietaria ha sido testigo de fenómenos extraños que, según ella, se han adueñado de la casa. Manifestaciones espectrales, cambios repentinos en la temperatura ambiental, voces que susurran su nombre... Un equipo de parapsicólogos (P1-P4) está llevando a cabo un trabajo de campo rutinario para investigar la causa de estos fenómenos paranormales:

P1: ¿Has instalado ya los sensores de campos electromagnéticos? Es necesario descartar que los fenómenos percibidos por la testigo son causados por distorsiones en el campo magnético terrestre.
P2: Sí, ya están colocados y funcionando. De momento nada anormal. ¡Ah! Recuerda que yo me tengo que ir hoy un poco antes..., por lo de mi hermana.
P3: Los ordenadores ya están encendidos y la temperatura monitorizada. De momento 25,3 ±0.2 C, nada anormal.
P1: ¿Y las cámaras fotográficas? ¿Habéis instalado las cámaras fotográficas?
P4: Sí, he puesto dos cámaras. Una enfoca a la entrada y la otra a la pared target.
P1: ¿100 ASA?
P4: ¡Claro! Como siempre.
P1: En mi opinión nos enfrentamos a un fenómeno de impregnación. Pensad en la situación que vivieron aquellos niños. Terror, odio, dolor, desesperación..., son sentimientos muy fuertes. De alguna manera, la carga emocional de los protagonistas de aquel suceso ha impregnado esta habitación. La película fotográfica nos debe ayudar a captar los campos energéticos, las huellas invisibles impresas en el éter. Quizá ellos siguen aquí, en una realidad paralela a penas perceptible. ¿Por qué se manifiestan? ¿Qué quieren decirnos?
P3: Por cierto, ahora que lo mencionas. Ya he introducido la grabadora en la cámara anecoica de Faraday. Tú me dirás cuándo pongo en marcha la grabación del sonido. Si todo va bien debiéramos captar al menos el nombre de la dueña..., supongo.
P2: ¡Correcto! Esperemos que estos no sean muy tímidos...
P1: No sé vosotros, pero yo tengo la impresión de que hay algo aquí dentro, y teniendo en cuenta que no soy sensitivo...
P2: Quieres que ponga a funcionar los generadores de ultrasonidos, por si las moscas...
P1: No, deja, tampoco creo que sean tan negativos o peligrosos... Tú márchate cuando quieras. Por cierto, ¿qué tal tu hermana?
P2: Bueno..., aún no saben si fue la situación de estrés producida por el accidente o algún golpe que recibiera en el mismo.
P1: Pero, ¿le han hecho pruebas?
P2: Sí, sí..., según el neurólogo puede haber un daño en el lóbulo temporal izquierdo de su cerebro. Nos habló de una zona del cerebro que se llama amígdala y que es, en buena medida, responsable del procesamiento de la información emocional. Por lo visto resultó hiperactiva en un par de pruebas de imagen cerebral. Esto puede estar causado, según el doctor, por un estrés post-traumático, lo que explicaría los síntomas... En cualquier caso, quieren seguir haciendo pruebas...
P1: Por supuesto, las pruebas son fundamentales.
P2: La pobre no puede olvidarse de lo que ocurrió. Parece que aquel maldito accidente ha impregnado su cerebro. Afortunadamente los ansiolíticos que está tomando le han venido de perlas. Al menos ya no se queja tanto.
P3: ¿Le dolía mucho la cabeza?
P2: No. Según mi hermana, mi madre iba tras ella..., la regañaba continuamente...
P3: También tu madre podría poner algo de su parte.
P2: Ojalá pudiera..., ¡murió en aquel accidente!

* Esta ficción está basada en el artículo "Mediums que ayudan a los espíritus".

Tito